jueves, 7 de abril de 2016

¿Qué zapatos compro?

CALZADO INFANTIL

A la hora de elegir los zapatitos para nuestros hijos a menudo nos encontramos con información contradictoria. Es muy frecuente oír que lo mejor para ellos son zapatitos rígidos que les sujeten el tobillo, podemos recibir este consejo de nuestro entorno, en las zapaterías e incluso a veces de nuestro pediatra. Esta información está desfasada, puesto que lo que recomiendan los podólogos infantiles es justo lo contrario.

Para que la musculatura del pie y el tobillo se desarrolle correctamente lo mejor es que el bebé vaya descalzo el mayor tiempo posible. De este modo, a medida que el bebé va alcanzando nuevas fases en su desarrollo: gateo, mantenerse de pie, primeros pasos.. los músculos se van fortaleciendo paulatinamente. Al poner botitas rígidas a un bebé que apenas se mantiene de pie, éstas le sujetan el tobillo y le mantienen en la postura más tiempo que el que su tobillo aguantaría, forzándolo. Además, al sujetarle artificialmente impide que la musculatura de la zona se desarrolle correctamente, pudiendo dar lugar a apoyos incorrectos. Muchas de las lesiones de pies y espalda de los adultos provienen de malas posiciones en la pisada aprendidas cuando somos pequeños.

Una suela demasiado rígida no permite al bebé doblar con normalidad los dedos de los pies, obligando a dar los pasos de forma diferente que cuando va descalzo, pisando más con el pie plano y levantando más las rodillas en cada paso. Por el contrario, se recomienda una suela lo más flexible posible, que permita al bebé doblar el pie a la altura de la almohadilla para un correcto empuje con los dedos al caminar.

Recomendaciones para elegir el calzado infantil del Colegio Profesional de Podólogos:
·   La forma debe ser amplia para permitir libertad de movimientos y una correcta articulación de        los dedos.
·  La parte delantera debe ser flexible, de forma que sólo con una ligera presión de la mano se            doble hasta formar 90º.
·   El empeine tiene que estar hecho con piel muy blanda.
·   La suela tiene que ser flexible y antideslizante.
·  El contrafuerte robusto para estabilizar el talón y evitar el riesgo de torsiones laterales.
·   La altura no debe superar los maleolos (huesos del tobillo) para permitir la articulación libre del      tobillo.
· El zapato nunca incorporará una plantilla correctora. Será el podólogo quien la prescribirá si fuera necesario.

(Otros colegios de podólogos y la asociación americana de podología respaldan estas recomendaciones)

Consejos para comprar calzado infantil:

-Probar el calzado en el pie más grande. Todos tenemos un pie más grande que otro, es conveniente saber qué pie es el más grande de tu bebé para comprobar la medid en este pie
-Probar el calzado por la tarde. Al atardecer los pies se hinchan ligeramente y por este motivo es mejor no comprar el calzado por la mañana
-Comprar zapatitos que no necesiten ser ablandados, sino que sean flexibles y confortables desde el primer momento.

Otras cosas a tener en cuenta:

-No se debe prestar ni heredar calzado. Cada pisada es única y queda reflejada en el interior del zapatito y por ello los podólogos desaconsejan que el mismo calzado sea usado por más de un niño.
-Llevar las uñas del bebé a una largura correcta para que no le molesten los zapatitos
-Observar si las suelas se desgastan demasiado o de forma desigual en los zapatitos, lo que puede ser indicativo de algún problema en la pisada, en cuyo caso consultar a un profesional.

-Si hay signos de irritación o rojeces en los pies es posible que los zapatos estén apretando y haya que cambiar de talla.

Aprender a caminar

Pasito tun tun ...

Y de pronto sucedió Lynn ya camina, aunque todavía con dificultades pero si se cae ella solita se levanta … Entre risitas da sus primeros pasitos y nosotros emocionados y sorprendidos.

Aunque parezca “de libro”, la historia es real. Y así como esta simpática beba dio uno de los primeros pasos hacia la independencia, por lo general, al llegar al año la mayoría de los bebés caminan.

 El niño de 12 meses cuenta entre sus capacidades motrices las siguientes, según enumera el doctor Richard Woolfson en su libro “Bebé genial”:

·     Muestra los primeros signos de caminar solo.
·     Está más confiado al subir escaleras.
·     Controla mejor su cuerpo cuando se deja caer desde la posición erguida.
·     Gatea con eficacia sobre las manos y las rodillas.
·     Quizá camine cuando lo sujeten de la mano o cuando empuje un juguete con ruedas.
   
Un poco antes o un poco después, usualmente antes de los 15 meses los chicos ya caminan y hasta se agachan a recoger algún objeto del piso. Es muy importante para que esto suceda la actitud de los padres. Si los adultos son temerosos, probablemente el niño será temeroso. Si le dan confianza y lo incentivan, el bebé se sentirá capaz de afrontar el desafío de soltarse y caminar sin ayuda. Por eso es fundamental que el entorno que rodea al chico sea seguro, agradable, alegre y relajado, ya que la presión extrema puede resultar en frustración para el bebé si siente que no está cumpliendo con lo que le piden sus papás.
   
Es muy normal que en el proceso de aprender a caminar, los padres crean que si gatea es porque está haciendo un retroceso. Esto no es así, ya que ningún bebé deja del todo su forma anterior de moverse en cuanto empieza a andar. Al principio, instintivamente combina todos los movimientos que conoce, como el gateo o el tomarse de los objetos. Ayuda en estos casos cualquier tipo de juguete con ruedas que él pueda impulsar sin tener que hacer el esfuerzo todo el tiempo por mantener el equilibrio.
   

En general, lo más recomendable es que al comienzo el bebé camine sin zapatos. Esto tiene un motivo y es que de esta manera ejercita los músculos de los dedos y de los pies al máximo. Los zapatos no lo ayudarán a mantener el equilibrio. Y con los pies descalzos se le formará mejor el arco y le dará más fuerza a sus tobillos. La playa es un buen lugar para este momento, ya que caminar en la arena los hará trabajar más. No es que sea un entrenamiento de un deportista profesional: simplemente, sus músculos necesitan fortalecerse para la nueva tarea. Por esto también es muy importante mantener la dieta adecuada, ya que está consumiendo mayor cantidad de energía.

Ohhh!!! entonces nos vamos a la playa Lynn. :)

viernes, 1 de abril de 2016

Todos pueden tener hijos, menos yo:

Cómo superar el impacto de la infertilidad Ante un diagnóstico de infertilidad, los expertos recomiendan centrarse en el problema, mantener una actitud positiva y buscar apoyo psicológico 

Angustia, desesperanza, incertidumbre y frustración. Estos son algunos de los sentimientos comunes a los que deben hacer frente las parejas que desean tener un hijo y encuentran serias dificultades para concebirlo. Aunque cada persona puede reaccionar de distinto modo y afrontar la infertilidad de manera diferente, los especialistas recomiendan sobre todo no recurrir a técnicas de evasión, centrarse en el problema y sus posibles soluciones y adoptar una actitud positiva.

El impacto de la infertilidad
El diagnóstico de un problema de infertilidad o esterilidad "suele suponer una auténtica crisis vital para las personas que lo padecen y sus parejas". Así lo señalan Agustín Moreno y Diana Guerra, especialistas de la Clínica Tambre de Madrid y de IVI Barcelona, y miembros del Grupo de Interés en Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF). Esta crisis da inicio a diversos problemas emocionales de carácter psicológico:desde un primer estado inicial de shock emocional, seguido por "sentimientos de negación, confusión, temor, tristeza, aplanamiento emocional, incredulidad, culpa, excitabilidad e inquietud", enumeran estos expertos.
Según distintas investigaciones, el impacto emocional de la infertilidad es mayor en la mujer
Este impacto emocional, según revelan los datos de distintas investigaciones, es mayor en la mujer. Tal como apuntan Moreno y Guerra, las mujeres "muestran más grado de malestar que los hombres". Esto se debe a que, además de valorar los problemas de fertilidad como un cataclismo, sienten de forma más intensa su fracaso con la llegada de cada menstruación.

Sentimientos ante un tratamiento de reproducción asistida
El tratamiento médico para la infertilidad causa a su vez alteraciones emocionales en las parejas afectadas. A las dudas y esperanzas sobre la efectividad o no de los tratamientos, se une en general el miedo al fracaso, la soledad o el ocultamiento social del problema. Agustín Moreno y Diana Guerra apuntan que esto puede dar lugar a las siguientes expresiones emocionales:
  • Aislamiento social y personal: ocurre por las dificultades para compartir con su entorno sus problemas de reproducción y manifestarse en público sobre algo tan íntimo.
  • Culpa o culpabilización: sentirse culpable por comportamientos anteriores, por privar a la pareja de la oportunidad de tener un hijo -o culpabilizar al otro miembro por tener un problema- es uno de los sentimientos más comunes entre las personas con problemas para concebir.
  • Ansiedad: provocada por las dudas sobre la eficacia o no del tratamiento, o sus efectos sobre la salud, ente otros aspectos.
  • Depresión: la unión de los factores anteriores puede desbordar al paciente y provocar en última instancia una depresión.
Todos estos sentimientos se incrementan y añaden más conflicto emocional cuando es necesario reiterar los tratamientos porque se producen fallos en los anteriores. Como resaltan Moreno y Guerra, "cada nuevo intento incrementa la angustia sufrida por el paciente".

Enfrentarse con éxito a la infertilidad
Tal como revelan distintas investigaciones, para enfrentarse a la situación de infertilidad, es necesario prescindir de algunas actitudes inadecuadas que pueden tener efectos negativos y elevar el grado de malestar. Entre estas se incluyen la falta de aceptación del problema, eludir la propia responsabilidad, evitar a los demás y otras estrategias de evasión como beber, fumar o comer más.
Por el contrario, para manejar con éxito un problema de infertilidad y conseguir que el impacto emocional sea el menor posible, los especialistas recomiendan afrontar la situación con actitudes positivas:
  • Centrarse en el problema y buscar información sobre los tipos de tratamiento a los que se puede someter la pareja y la efectividad que tiene cada uno de ellos. La inseminación artificial, la fecundación in vitro, la donación de óvulos y la microinyección espermática son los más utilizados.
  • Intentar regular las emociones, distraerse y evitar pensar continuamente en el problema mediante la realización de otras actividades.
  • Afrontar el problema con optimismo y valorarlo como un reto por el que se puede luchar, y no como una amenaza sobre la que no se puede ejercer ningún control.
  • No desatender la relación de pareja ni guardar sin compartir las emociones de cada uno. Es preciso fomentar la comunicación y la resolución del problema de forma conjunta.
  • Manejar con eficacia las presiones sociales y evitar que adquieran efectos negativos sobre la pareja. Decidir de forma consensuada a quién contarlo y elegir siempre a personas que sepan que entenderán el problema y respetarán sus decisiones.
  • Evitar el aislamiento social y programar actividades de ocio y lúdicas gratificantes para ambos miembros de la pareja.

Los problemas de fertilidad y la necesidad de atención psicológica

·         Entre el 25% y el 65% de los pacientes sometidos a tratamientos de reproducción asistida registran en algún momento síntomas clínicos como ansiedad, depresión, desesperanza, culpabilidad o baja autoestima, entre otros. Este dato, recogido en la Guía de evaluación, consejo, apoyo e intervención psicológica en Reproducción Asistida, elaborada por el Grupo de Interés en Psicología de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), evidencia la inherente relación entre los factores psicológicos y la fertilidad.
·         Por ese motivo, la Junta Directiva y el Comité Científico de la SEF consideran indispensable que se incluya en la asistencia integral de la pareja con problemas de esterilidad el soporte psicológico desde el primer momento. En la actualidad, este es un servicio que incluyen muchos de los centros de reproducción asistida de nuestro país y es especialmente valorado por los pacientes que se someten a tratamiento para concebir.
·         Asimismo, las parejas con problemas de infertilidad pueden optar por solicitar asesoramiento o ayuda psicológica en las distintas asociaciones o grupos de ayuda específicos que existen en la actualidad en nuestro país, como la Asociación Nacional para los Problemas de Infertilidad o la Asociación Nacional de Pacientes con Problemas de Infertilidad (CERES).